La dependencia emocional es la dependencia afectiva o sentimental que consiste en una serie de comportamientos adictivos que se dan en una relación, también se conoce como apego.
En una pareja, cuando la necesidad de afecto básica que todo ser humano tiene se convierte en dependencia emocional, cuando las conductas que desplegamos para satisfacer ese afecto son patológicas y desproporcionadas, hablamos de apego.
Se trata de una necesidad afectiva extrema hacia la pareja sentimental; de forma similar al drogadicto que necesita su dosis, la persona dependiente necesita a la persona de la que depende. Esos “no puedo vivir sin ti”, “sin él/ella no soy nada”, “no sé que voy a hacer sin él/ella”, “necesito que vea lo que hago por ella”…
La persona dependiente emocionalmente de su pareja siente que la necesita para su supervivencia, y lo peor es que cuando necesita apartarse de ella porque la relación se convierte en tóxica, se siente incapaz de hacerlo.
Según el análisis del Encuentro Profesional Sobre Dependencias Sentimentales que organiza en Madrid la Fundación Instituto Spiral (2006), un alto porcentaje de la población superior al 40%, se declara dependiente emocional y afirma haber sufrido conflictos relevantes de pareja. Se comprobó que un 10% presentaba características acusadas de una adicción afectiva.
Te enumero aquí esas características de las personas dependientes emocionales:
- Búsqueda de validación externa: su baja autoestima les lleva a estar con parejas que las validen.
- Su felicidad depende de los demás.
- Priorizan a sus parejas por encima de las demás cosas: ponen a la pareja por encima de sus padres, compromisos laborales e incluso de sus hijos. Apartan sus aficiones y amistades por estar con la pareja.
- Idealizan a su pareja: sobrevaloran a la pareja, exageran sus méritos.
- Son sumisos a su pareja: adoran a sus parejas y terminan convirtiéndose en sus vasallos. Hacen todo por satisfacer sus necesidades.
- Tienen pánico a que su pareja les abandone: sienten terror a estar solos, a no poder vivir sin la pareja.
- Buscan parejas egocéntricas y posesivas o frágiles emocionalmente: buscan parejas que les necesiten o que les digan qué hacer. Así satisfacen su necesidad de cuidar, o cubren su poca valía a través de otra persona que creen vale más que ellos.
- No soportan la soledad. Por ello van de una relación a otra buscando la pareja ideal.
- Viven por y para su pareja.
- Intentan siempre arreglar los problemas de su pareja.
- Necesitan la aprobación de su pareja para cualquier actividad.
- No se quieren nada, se critican y desprecian.
- Necesitan agradar a los demás.
- Sienten gran dolor emocional: el miedo a perder a la pareja, hace que vivan dolidos. Además pueden sentirse resentidos y con ira porque la pareja no responde a sus necesidades. Se sienten rechazados y viven con un sentimiento de vacío y soledad.
- Su sistema de defensa hace que en lugar de hablar abiertamente de lo que sufren, minimizan o niegan tener un problema, llegando incluso a enfadarse con quien cuestionan su estado. Al no soltar el dolor emocional su sentimiento de culpa, resentimiento y miedo crecen.
- Tienen pensamientos ilusorios, autoconvenciéndose de que la relación en la que están no es tan mala y que las cosas las podrán mejorar.
- Perdida total de la identidad propia por mantener todo su foco en salvar la relación y centrarse en la otra persona y no en ellos mismos.
- Se victimizan. Utilizan la autocompasión para calmar el dolor emocional que sienten, y para llamar la atención de los demás.
¿Te reconoces en estas características? Por favor no te trates mal por ello, no te hables con autocrítica. Lo más importante es que estás aquí para superar esto y ser tu prioridad.
Es duro admitir tu codependencia, porque tu intención es ayudar a los demás y sentirte bien haciéndolo. Sin embargo, la dinámica en la que te enroscas en tu relación te termina destrozando. Tú permites que decidan por ti, permites una mala cara por miedo a que te abandonen, … y el problema viene de que probablemente tu pareja es una persona a su vez con la misma necesidad de valoración externa, y cada día te exige más, llegando a una dinámica de pareja totalmente tóxica.
Si quieres aprender a ser tu prioridad, a amarte para poder amar sin esa dependencia emocional, te dejo la guía que necesitas con ejercicios prácticos que te llevaran a conocerte y ver lo mucho que vales para dejar de buscar esa validación fuera de ti.