El camino hacia la recuperación del abuso narcisista requiere que modifiquemos nuestro pensamiento sobre las relaciones, sobre cómo nos vemos, y nuestro respeto propio.
Si has sufrido la dureza de una relación abusiva bien por parte de tus padres o tu pareja, ahora puedes usar lo vivido como catalizador para un cambio, para empoderarte y sacar toda la fuerza que siempre has llevado dentro de ti.
Tienes la capacidad para transformar el sufrimiento vivido en una vida llena de significado y transformación personal.
Vas a dejar de creer todo lo que te han dicho y han hecho sentir para encontrar a tu verdadero YO.
1. Por mucho que te esfuerces la persona narcisista no cambia
Sé que te has dicho a ti mismo muchas veces que con amor todo es posible y que vas a cambiar a la persona narcisista en tu vida. Pero créeme no hay nada que tú puedas hacer. Su herida no la puedes sanar tú, la tiene que afrontar él o ella. La persona narcisista es la que tiene que hacer el gran esfuerzo de cambiar y aceptar su yo herido. Así que por favor repítete a ti mismo que no hay nada que tú puedas hacer y que nada que hubieras hecho hubiera evitado que se comportara contigo de una forma más amorosa.
Los narcisistas tienen una perspectiva distorsionada del mundo y sus interacciones con las personas son disfuncionales. Darle más amor y someterte al narcisista por miedo o por la esperanza de que él o ella cambie, solo sirve para darle poder. Lo correcto es apartarte, llevar a cabo el conocido como contacto cero y no permitir que nadie más te humille aprendiendo a establecer límites que te protejan.
2. Puedes lograr tener relaciones sanas
Tienes el derecho innato de tener una relación sana, segura y respetuosa. Es tu derecho estar libre de daños corporales y del abuso psicológico.
Nunca te conformes con menos. Permite en tu vida solo quien te respete y sea considerado contigo. Todo ser humano tiene el derecho de ser tratado con dignidad y tú también.
Mereces una relación que te haga feliz.
3. El dolor del abuso narcisista no te dañará siempre
La recuperación del abuso narcisista es un proceso desafiante, pero no es imposible.
Las relaciones abusivas nos dejan con un sentido de no poder salir nunca de cómo nos sentimos, de no poder hacer nada más, es lo que se conoce como indefensión aprendida. Crees que nunca va a poder escapar de lo que sientes. Pero créeme, lo vas a hacer. Empieza a creer en ello. Tus pensamientos, recuerdos y emociones dañinos los vas a poder dejar atrás porque no son tuyos en realidad, si no lo que te han hecho creer sobre ti.
Empieza a repetirte y a creer que te vas a sentir bien. Lo vas a lograr. Eres un guerrero, una superviviente. Vas a volar.
4. No tienes que justificar ante nadie por qué no dejas o has dejado a la persona narcisista de inmediato.
El miedo, el aislamiento y la manipulación que el abusador o abusadora nos impuso es legítimo. Los estudios han demostrado que el trauma puede producir cambios en el cerebro y también puede manifestarse en trastorno de estrés agudo, y otras secuelas que conforman el SINDROME DE LA VICTIMA NARCISISTA, como ansiedad, depresión, trastornos alimenticios , etc. El vínculo traumatico que formamos con la persona abusadora durante experiencias emocionales intensas, puede dejarnos paradójicamente buscando apoyo de la fuente del abuso.
La conexión que tenemos con el abusador es como una adicción. Nuestra sensación de impotencia aprendida, el sentimiento de que no podemos escapar de la situación, es muy fuerte en una situación abusiva. Además debido a la vergüenza que sentimos por el abuso, podemos aislarnos de nuestra red de apoyo de amigos y familiares por completo quedando a merced de la persona abusadora y cada vez más deprimidos y con menos fuerza.
Todo esto puede interferir con nuestra motivación para abandonar la relación que nos hace daño.
Por eso, nunca tienes que justificarte ante nadie por qué no te fuiste de inmediato o culparte por no hacerlo. NO permitas nunca que nadie te cuestione, hay que vivir una experiencia así para entender lo que se siente realmente.
5. Perdonar a tu abusador/a es una elección personal, no una necesidad.
Algunos pueden decirte que tienes que perdonar a la persona abusadora de tu vida, sobre todo cuando se trata de tu madre. Pero en verdad, esa es una elección personal y no una necesidad. Sobre todo al principio de dejar la relación es algo casi imposible por todo el resentimiento que tenemos dentro. Cuando sanas, perdonas como elección propia, por tu bien, por tu paz.
Muchos sobrevivientes de familias disfuncionales han resultado heridos por el consejo simplista que decreta que deben adoptar la posición de ser indulgentes con sus padres para recuperarse. Las intenciones de perdón prematuras imitan las defensas de la negación y la represión. Mantienen los sentimientos no procesados de ira y dolor por las injusticias de la infancia.
Forzarse prematuramente a perdonar antes de estar dispuesto o listo puede conducir a un mayor estrés y trauma porque no haber realizado el trabajo interno de duelo.
El perdón nunca tiene que requerir reconciliación y es algo personal que llega cuando uno está preparado, pero nunca te sientas forzado a perdonar aunque los abusadores sean tus padres.
6. Para avanzar hacia tu autoencuentro debes tener autocompasión.
No debes seguir culpándote más por haber caído o por no haberte ido antes de una relación abusiva.
No tienes nada por lo que «perdonarte» (el abuso ha sido culpa del abusador, no tuya). Por favor no te culpes ni te juzgues más por no haberte ido antes o por no haberte protegido.
Sé amable contigo mismo, no te juzgues por favor. Empieza a hablarte con cariño, con empatía, lo mereces. El abuso ha ocurrido porque han intervenido factores como la química que estaban fuera de tu raciocinio. O si has sido el hijo o la hija de una familia disfuncional el vínculo bioquímico no te ha permitido apartate de ellos.
Nunca te juzgues ni dejes que nadie lo haga por tomarte tu tiempo.
7. No estás loco
Durante la relación abusiva, te han hecho creer que estabas mal de la cabeza, que tus sentimientos no eran válidos, que eras demasiado sensible cuando reaccionabas a su maltrato. Pero en realidad solo tratabas de protegerte. Tratabas de gritar que te dejaran en paz de la manera que podías. No eres inestable. El inestable era la persona que constantemente te menospreciaba, controlaba tus movimientos, te sometía a sus arrebatos de rabia y te utilizaba como un saco de boxeo emocional (e incluso a veces físico).
Tú solo has sido la persona que quería una buena relación. Que se esforzó por complacer a su abusador, incluso a costa de su salud mental y física. Tus límites no los respetó, y tus valores fueron ridiculizados.
Es hora ahora de establecer límites, de que te cuides y protejas, y aprendas a ver lo que vales sin la necesidad de la aprobación de nadie más.
8. Te mereces algo mejor.
No importa lo que la persona abusadora te haya hecho creer sobre ti, pero eres grande, tienes que descubrir quien eres en realidad, encontrar la identidad que te robo y empezar a ver y sentir que mereces una vida mejor.
Tienes que empezar a establecer límites, a conocerte, a amarte. Hay personas por ahí que verán tus maravillosas fortalezas, talentos y que amarán tus peculiaridades. Las vas a encontrar, sana, y verás como lo bueno empieza a aparecer en tu vida.
9. La relación abusiva que has vivido puede terminar siendo una experiencia de vida que te ayude a crecer y brillar.
Ahora tienes la oportunidad de establecer límites más fuertes, si lo deseas te ayudo en COMO LLEVAR A CABO EL CONTACTO CERO, Y ESTABLECER LIMITES y aprender más sobre todo tu valor como resultado de esta experiencia.
Date la oportunidad de sanar las heridas emocionales, ese SINDROME DE LA VICTIMA NARCISISTA, de cambiar tu cognición, de empezar a verte como la gran persona que eres. Aprecia lo resiliente que ya eres, convierte el dolor en una energía que te empuje a llegar donde deseas y mereces.