Al sentirse avergonzados de sí mismos, las personas con trastorno narcisista de la personalidad son expertos en jugar el juego de la vergüenza con quienes los rodean.
La culpa, es un sentimiento de angustia por algo que hemos hecho, y la vergüenza es un sentimiento de angustia por quiénes somos. En pocas palabras, la culpa es » he hecho algo malo», mientras que la vergüenza es » soy malo«.
Los narcisistas rara vez o nunca se sienten culpables, pero están profundamente atormentados por la vergüenza. Debido a que de niños no desarrollan empatía por los demás, los narcisistas carecen de la compasión y el sentido de responsabilidad por su comportamiento que en otra persona desencadena la culpa. Pero su temprano sentido de ser defectuosos y no ser amados les causa una vergüenza de por vida contra la que luchan con un exterior grandioso y un comportamiento despectivo hacia los demás.
No se sienten culpables de como te tratan, pero sienten vergüenza por quienes son y eso es lo que les hace ser despectivos y hasta violentos contigo.
El juego de la vergüenza narcisista
Avergonzar es una forma común y especialmente dañina de abuso narcisista. Los narcisistas usan la vergüenza para
- proyectar sus insuficiencias;
- exteriorizar su autodesprecio;
- hacer que los demás se vean y se sientan inferiores;
- alimentar su necesidad de sentirse superior;
- controlar las autopercepciones de los demás;
- manipular a otros para que asuman responsabilidades indebidas;
- manipular a sus víctimas para que se culpen a sí mismos por el comportamiento de su abusador;
- socavar y debilitar la autoestima de los demás;
- aislar y desarmar a otros; y / o
- llevar a otros a odiarse a sí mismos y autodestruirse.
Al sembrar la vergüenza en ti, la persona narcisista es como si instalara un botón que puede presionar en cualquier momento para manipularte y castigarte. Las víctimas de una persona narcisista, sus hijos, parejas, parientes, amigos, empleados, pacientes etc., son vulnerables a los mensajes de vergüenza.
Los narcisistas no sienten remordimiento por lastimar a las personas y abusar de su poder sobre los demás. De hecho, creen que están justificados al hacerlo. Siempre justifican sus actos. Lo hacen por ti, porque lo mereces, porque les has provocado. Siempre te pasan a ti la responsabilidad de sus actos.
En particular, los hijos de padres narcisistas somos más vulnerables a la vergüenza . Un niño avergonzado a menudo lleva consigo creencias falsas y profundamente dañinas durante décadas, si no toda la vida. Mientras no sanamos nuestras heridas emocionales y conseguimos reprogramar nuestro cerebro vivimos con sentido de vergüenza que nos limita nuestra vida y nuestras relaciones.
Las consecuencias de vivir con el sentimiento de vergüenza
La vergüenza intensa puede llevar a
- una ansiedad generalizada;
- el odio a uno mismo;
- retraimiento y secreto;
- miedo a la intimidad y la «exposición»;
- adicciones;
- autolesiones;
- ira internalizada o externalizada;
- dislocación de los propios sentimientos o del yo auténtico;
- perfeccionismo; y / o
- bajo rendimiento.
Es horrible vivir y mas crecer con ese sentimiento de vergüenza que te graban las personas narcisistas. Te deja marcado de por vida hasta que consigues salir del círculo y sanar.
Tienes que empezar a ver que no debes de sentir vergüenza por como eres. Ese sentimiento de vergüenza lo tienes porque la persona narcisista te lo ha hecho tener. Te han hecho sentir vergüenza para controlarte. Menospreciándote, haciéndote sentir pequeña, insuficiente, no sacas el valor de irte de la persona narcisista haya sido tu madre o tu pareja.
Pero por favor, date la oportunidad de ver que no eres como te han hecho creer. Da el paso de ver quién eres en realidad, atrévete a mirarte dentro, a ver todo tu valor. Empodérate. Date permiso para brillar porque eres una persona maravillosa que le han hecho creer que no podía volar. Llevas unas alas maravillosas. Agítalas. Vuela alto, porque mereces solo cosas buenas en esta vida. Por favor date la oportunidad de disfrutarlas.