La primera vez que escuché hablar sobre el SÍNDROME DE LA AMAPOLA ALTA, tall poppy syndrome, fue en Nueva Zealanda, hace ya bastantes años, cuando fui a vivir a este maravilloso país.
Me comentaron que la gente no aceptaba que otros sobresalieran, eran, y digo eran porque ha cambiado, una sociedad igualitaria, donde no se aceptaba que otro saliera. La verdad que aunque nunca había oído hablar del concepto, había sufrido su significado en su vida varias veces, y todavía es el día que lo padezco. No conocía el término, pero sí el significado del mismo.
En Japón, otra cultura del pacífico también, existe un termino parecido «el clavo que sobresale se martillea«.
Nunca podré entender por qué las personas tratan de hacer el mal cuando otra se atreve a salir de su zona de confort, mejora en el campo que haya decidido. Es que se creen que te lo han regalado. Nada viene sin esfuerzo, así que si alguien sobresale en algo, deporte, trabajo, estudios, … es porque le ha dedicado tiempo y esfuerzo.
Pero parece que algunas personas se sienten molestas con las virtudes de otras. Algunos se conforman estando en su zona de confort, en la mediocridad, aunque no estén a gusto en ella, lo prefieren a arremangarse y esforzarse por cambiar, y cuando ven que otro lo consigue, lo critican para no mostrar sus inseguridades. Esto es, cortan la amapola.
En lugar de apreciar las virtudes y cualidades de otros con honestidad y alegrarse por ello, hay gente que se siente atacada. Se trata de una reacción más cercana al odio. Y es que cuanto más destacan unos, más evidentes se hacen las limitaciones y carencias de otros.
Este ataque a la persona que destaca, genera en la sociedad un deseo a no sobresalir, por el miedo a ser atacado por ello.
El síndrome la amapola alta refleja el rechazo y el desprecio social por las personas que simplemente destacan a través de sus habilidades. Con ello, las personas talentosas van aprendiendo inconscientemente a disimular sus capacidades para pasar desapercibidas, o aun peor, a no desarrollarlas. Si destacan, serán excluidos, o no aceptados, en un grupo social.
El Síndrome de la Amapola Alta, conlleva o implica, que las personas:
- tengan miedo a destacar, generando inseguridad personal, precisamente porque las personas normalizan que estar por encima de los demás puede ponerlos en riesgo.
- aprenden a no desafiar lo establecido.
- pueden desarrollar ansiedad.
- ostracismo, ya que el miedo al rechazo y la crítica les hace volcarse en sí mismos.
- baja autoestima.
¿Y qué decir de quienes se alegran de que otros fracasen?
Personas mediocres se dedican a hostigar a aquellos que están en búsqueda de su realización personal.
¿POR QUÉ ALGUNOS SE MOLESTAN DEL ÉXITO AJENO?
Según los expertos, la envidia del éxito ajeno suele ser peor cuanto mayor es la cercanía con la persona que envidiamos.
Existe un estudio publicado sobre esto por el experto en psicología Abraham Tesser. Según el psicólogo norteamericano, nos comparamos más con gente cercana a nosotros por instinto, a pesar de que, eso puede provocar resentimiento.
La envidia es una de las emociones más corrosivas que existen y generalmente va acompañada de otros sentimientos como la angustia, el enfado, la impotencia y el sentimiento de inferioridad.
Fernando Savater, filosofo, califica la envidia como “pecado profundamente ‘insolidario’ que, sobre todo, tortura y maltrata al propio pecador, que termina siendo más desdichado que malo”.
¿Brilla!!! No te dejes amedentrar por nadie.
Estás en tu derecho de querer crecer, ser mejor en tu campo. Si a alguien le molesta, y trata de hundirte, tú céntrate en tus metas. Ámate, valórate, para que la opinión de los demás no te importe. Trabaja en ti hasta llegar al punto en el que las críticas solo te sirvan para sacar más fuerza para alcanzar todo tu potencial.
Pese a que hay personas que quieren hacerte creer que no eres especial, cree en ti. Descubre tu valor, todo el potencial que tienes, porque cuando logras ver quien eres, no quien los demás han hecho que seas, tu vida cambia. Consigues atreverte a hacer lo que te gusta y a vivir rodeado de personas que te valoran.
¡Brilla, es lo que mereces!