Vínculo traumático narcisista

El vínculo traumático es la gran secuela que nos queda cuando sufrimos abuso narcisista. Es lo que hace que nos cueste tanto dejar a la persona abusadora que nos ha hecho daño.

Vivir bajo la constante amenaza de abuso físico, emocional, sexual, psicológico, mental y espiritual, mezclado con la amabilidad ocasional, proporciona el comportamiento intermitente requerido para desarrollar la vinculación traumática, o crear un vínculo traumático con la persona narcisista de tu vida.

Crees que no hay escapatoria y aprendes a vivir en modo supervivencia, recurriendo a la DISONANCIA COGNITIVA, o autoengaño para sobrevivir los abusos. 

La disonancia cognitiva, autoengañarse, te reduce estrés, lo que fortalece el vínculo con tu abusador hasta el punto de llegar a defenderlo.

Con el sentido del yo erosionado o disminuido, y aislada de otras personas, te apegas con fuerza a tu abusador en busca de un poco de amor, de un poco de validación, de ese gesto “amoroso” que te devuelva tu identidad personal, que te diga que no eres una persona tan inadecuada como estás empezando a creer, sino alguien valiosa y digna de amor y respeto.

Los gestos “buenos” ocasionales de la persona narcisista te han arrastrado a una situación de abuso crónico y a una dependencia emocional de quien ha abusado de ti.

El vínculo traumático se basa en la dependencia y va borrando tu propia identidad.

¿Qué es el Vínculo Traumático?

El Vínculo Traumático es la gran cadena que te impide dejar a la persona narcisista, esa unión química que has creado con la persona narcisista, y que te dificulta dejar la relación para poder empezar a vivir siendo tú y feliz.

Se va creando en ti, porque la persona narcisista no siempre es mala contigo, tiene momentos buenos, te da una de cal y otra de arena, y eso te ata a ella. Esto hace que te quedes unido a quien te hace daño. No se trata ni mucho menos de que seas masoquista y te guste que te hagan daño. Es mucho más complejo.

Vínculo Traumático en la Infancia

Las personas aprendemos a vincularnos en la primera infancia, a través de la interacción con nuestros cuidadores. Pero hay veces, que estas figuras que deberían darnos seguridad, nos agreden o nos dan un amor con condiciones, y es entonces aprendes que eso es lo normal y aprendes a relacionarte desde el miedo y el abuso de poder. Al depender totalmente de ellos, no puedes huir y no les pones límites porque no te enseñan a hacerlo, sino a aceptar que los rompan. Creces creyendo que no puedes huir. Y lo peor, es que, de adulto, repites patrones, vinculándote a otros desde la baja autoestima y la dependencia.

Es como en la película de Dumbo. A su mamá le ataron desde pequeña a una estaca de la que no podía escaparse, y de mayor, ni se molestó en escaparse.

Características del Vínculo Traumático

La Teoría del Vínculo Traumático, desarrollada por Dutton en 1995, se basa en dos parámetros fundamentales:

❏ Desequilibrio de poder

 El maltrato, lo entendemos como una relación de poder asimétrica, en la que una persona genera una relación de coacción, poder y daño frente a otra persona. Lo que explica esta teoría es que cuando una relación es asimétrica, cuando existe un desequilibrio entre ambas partes, empieza a aumentar la valoración negativa de la parte desfavorecida, aumentando así su dependencia de la fuerte. Tiene su lógica el asunto: si yo me siento vulnerable, no válida, necesitaré de alguien que me dé esta valía.

❏ Intermitencia del maltrato

Esto puede explicarse a través de las fases de la violencia (acumulación-explosión-endulzamiento). No sabes cuándo podrán maltratarte. La fase de endulzamiento te desconcierta y refuerza tu idea de “mi pareja puede cambiar, puede ser bueno”, fomentando así la perdurabilidad de la relación, ya que te crea la esperanza de que pueda cambiar. Esta conexión emocional intermitente produce gran desasosiego y confusión en la víctima.

¿Por qué se mantiene el vínculo traumático?

Seguro que te preguntas por qué te cuesta romper ese vínculo traumático con la persona que te hace daño, por qué no te vas cuando sabes perfectamente que te hace daño.

La secuencia repetitiva de abuso-dar migajas-abuso, te provoca una montaña rusa de emociones, desencadenando la liberación de cortisol, la hormona del estrés, y también de dopamina, la cual aparece cuando se recibe afecto. 

Tu cuerpo se vuelve adicto a este cambio de emociones. Cuando estamos buscando algo que queremos, algo que alguna vez tuvimos, el cuerpo se vuelve dependiente de ello. Desesperadamente, buscas la aprobación de tu pareja, tu madre, de padre… necesitas tu dosis dulce de él, quedando así atrapada en un vínculo que te asfixia.

Por esta adicción es que tanto te cuesta romper el vínculo con tu pareja narcisista a pesar de saber que te hace daño.  Incluso cuando te separas de él físicamente actúas de igual manera. Sigues viviendo en esa montaña rusa de emociones, porque te has convertido en adicto a ella. Necesitas estar abajo para luego subir. Si lo deseas te dejo este post para que entiendas mejor ese vínculo bioquímico que se produce en ti, esa atadura química, que es más fuerte que tú, y que es lo que tienes que reconocer y aprender a cambiar en ti para ser capaz de decir adiós para siempre, incluso en tu mente a quien te hizo daño.

El ciclo del Abuso Narcisista

Cuando entras en una de estas relaciones donde te dan y luego te quitan, para volverte a dar algo bueno, la dinámica tóxica, o el vínculo traumático te atrapa. Cuando pareces decidirte a abandonar la relación, la persona narcisista te pide perdón, te muestra amor y te asegura que nunca más ocurrirá. Aunque eres consciente de que la situación se repite, de que ya has pasado por esa montaña rusa, de que te humillen para que luego te den, la recompensa del perdón o de las muestras de amor, son demasiado grandes. Tu verdugo actúa también como tu salvador y esto te deja totalmente confundido. Es aquí cuando la disonancia cognitiva aparece, y de alguna manera justificas los maltratos y quieres creer a quien te ha hecho daño.

Así que es muy importante para romper este vínculo, reconocer cuando estás atrapado en él.

¿Cómo saber si estoy en un Vínculo Traumático?

A veces estás tan metido en ese sube y baja emocional, que te resulta difícil saber si estás única a alguien que no te conviene por un vínculo narcisista. Y es que el abuso psicológico es insidioso, ocurre poco a poco, y sin darte cuenta te acostumbras a él. Eres como una rana en agua caliente, se la van calentando, que cuando la hierven no salta y muere.

Según Psyc Central, los signos de que puedes tener un vínculo traumático con alguien son:

• Un patrón constante de incumplimiento — tu pareja te promete cosas, pero sigue comportándose igual.
• Otros están preocupados por algo que se te dice o hace en la relación, pero tú le quitas importancia.
• Te sientes atrapado en la relación porque no ves salida.
• Sigues teniendo las mismas peleas con tu pareja que dan muchas vueltas sin un verdadero ganador.
• Eres castigado o tratado en silencio por tu pareja cuando dices o haces algo «malo».
• Te sientes incapaz de terminar de tu relación, aunque no confíes de verdad o incluso ni te guste la persona con la que estás.
• Cuando tratas de irte, tienes tantas ganas de volver con tu pareja que sientes que podría destruirte.

Aquí te voy a dejar, según mi experiencia y los comentarios de muchos de vosotros, las banderas rojas que debes considerar para saber que estás en una relación con vínculo traumático, por tanto, tóxica.

Banderas rojas de que estás en una relación con vínculo traumático

Estas señales hacen referencia a tu comportamiento y emociones. No olvides que lo más importante eres tú, y si quieres saber en qué tipo de relación estas siempre debes fijarte en cómo te sientes con esa persona.

• Te aíslas de amigos
• Tu relación está llena de altibajos
• Has perdido la confianza en tu pareja
• Crees que tu pareja es la única persona capaz de satisfacer tus necesidades
• Estás siempre atento a cómo va a reaccionar tu pareja
• Buscas excusas del mal comportamiento de mi pareja
• Después de una bronca, mi pareja me lo compensa con regalos o amor empalagoso y se me olvida todo

¿Cómo romper el Vínculo Traumático?

El vínculo traumático es un ejemplo de una relación abusiva y poco saludable. El vínculo se crea principalmente como resultado de un ciclo de abuso y refuerzo en el que, después de cada abuso, el abusador, endulza a la víctima e intenta hacer que la víctima se sienta segura y necesitada.

Si te sientes así, atrapado en una relación, son la sensación de no poder escapar, te cuento que te puede ayudar a romperla y establecer contacto cero:

Qué hacer para romper el vínculo traumático

1. Conoce cómo surge el vínculo traumático

Cómo has leído surge en una relación donde se da desequilibrio de poder y un amor-abuso intermitente. Te bombardean de amor, te humillan y cuando te caes, vuelven a cazarte, a hacerte hoovering aspirarte con amor pegajoso o love bombing y asegurándote que van a cambiar. Es importante que reconozcas, este sube y baja, como algo tóxico, el amor no es así, no es dar para luego quitar.

 2. Enfócate en ti

Tienes que empezar a ser tu centro, a trabajar en tu dependencia, a saber que no necesitas a otras personas para ser feliz, ni para que te digan lo que vales, tienes que aprender a ver tu valor por ti mismo. Trabaja en tu empoderamiento, en hablarte con mimo, en cuidarte, comer bien, hacer ejercicios, en tratarte con amor.

3. Ayuda

Infórmate sobre como dejar atrás tu dependencia emocional, cómo hacer crecer tu autoestima… y si lo consideras, si crees que no puedes hacerlo solo, que no puedes dejar atrás a esa persona que hace daño, pide ayuda a amigos o profesionales para que te sujeten de la mano y te ayuden a sacar fuerzas.

Si lo desas, te dejo las guías que te van a ayudar a lograrlo, no olvides ser tu centro, eres la persona más importante que tienes en esta vida.

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