Crecí con la sensación constante de que algo en mí estaba roto.
Que por mucho que hiciera, nunca era suficiente.
Que amar a mi madre y sentir dolor por cómo me trataba eran cosas que no podían ir juntas.

Si estás leyendo esto, quizá tú también lo has sentido. Y quiero que sepas algo: no estás sola.

He acompañado a cientos de personas que han vivido en silencio el daño invisible de una madre narcisista. Y antes de acompañarlas, yo misma estuve atrapada en ese laberinto emocional durante años.

Hoy quiero compartir contigo 5 obstáculos que he vivido en carne propia —y que he visto una y otra vez en mis procesos de coaching— que impiden sanar la herida materna. Reconocerlos es el primer paso para empezar a transformarlos.

1. Seguir esperando que cambie

El anhelo secreto de que «algún día me pedirá perdón»

Muchas personas adultas, incluso sabiendo lo que han vivido, mantienen dentro de sí una esperanza secreta: que su madre cambie, que reconozca el daño, que pida perdón. Esa espera se convierte en una forma silenciosa de dependencia emocional.

Pero esa espera perpetúa el sufrimiento. Porque nos mantiene atadas al pasado, al deseo de tener la infancia que no tuvimos.

Mientras esperas su cambio, no estás construyendo el tuyo

Cada vez que priorizas la posibilidad de su cambio por encima de tu proceso de sanación, estás posponiendo tu propia libertad emocional.
No necesitas que ella cambie. Lo que necesitas es cambiar tú tu forma de relacionarte con ese dolor.
Sanar empieza cuando dejas de esperar de ella lo que no pudo o no quiso darte.

2. Minimizar lo vivido

«No fue para tanto», «Otros lo pasaron peor»

Estas frases son trampas mentales que nos decimos para no mirar el dolor de frente. Nos enseñaron que sentirnos heridas era exagerado, que quejarse era de débiles. Y así aprendimos a invalidarnos a nosotras mismas.

Pero minimizar lo vivido es una forma de traicionarte.
Te aleja de tu verdad emocional. Y sin validar tu dolor, no puedes empezar a sanar.

No necesitas justificar lo que sentiste

Lo que viviste, lo que sentiste, lo que te marcó… es válido. Incluso si no hubo golpes, incluso si tu madre “lo hizo lo mejor que pudo”.
Sentirte rota por dentro sin una causa visible también es una señal de trauma.
La sanación comienza cuando te das permiso para decir la verdad sobre lo que viviste.

3. Seguir buscando aprobación

Convertir el éxito en una forma de mendigar amor

Tal vez te esforzaste por ser la hija perfecta, la más buena, la más capaz. Tal vez aún hoy lo haces: en tu trabajo, con tu pareja, con tus hijos… buscando inconscientemente ese reconocimiento que nunca llegó.

Este patrón te mantiene en una rueda de autoexigencia agotadora. Siempre sintiéndote insuficiente. Siempre pensando que si logras un poco más, por fin serás “merecedora de amor”.

Tu valor no depende de lo que logras

El día que comprendí esto, algo dentro de mí se rompió… para empezar a sanar.
Deja de actuar para que te quieran y empieza a actuar desde el amor hacia ti.
No necesitas hacer más. Necesitas mirarte con los ojos que siempre esperaste de ella.

4. Sentir culpa por alejarte o poner límites

“Es mi madre… no puedo hacerle esto”

La culpa es una de las cadenas más fuertes que mantienen a una hija de madre narcisista atada al maltrato emocional. Porque nos han hecho creer que cuidar de ella es más importante que cuidarnos a nosotras mismas.

Cada vez que intentas alejarte, algo dentro de ti te castiga. Esa vocecita que dice “eres mala hija”, aunque sea ella la que nunca supo ser madre.

El autocuidado no es egoísmo, es supervivencia

Poner límites no es venganza, es protección.
Alejarte no es odio, es necesidad.
Tu bienestar emocional tiene que ser tu prioridad.
Y si para protegerte necesitas distancia, entonces esa es la decisión más amorosa que puedes tomar.

5. No tener apoyo emocional adecuado

“Mis amigas no lo entienden”, “Mi pareja me dice que la perdone”

Una de las cosas más dolorosas del abuso narcisista es su invisibilidad. Desde fuera, nadie lo ve. Y cuando tratas de hablar, te enfrentas a frases que te invalidan más: “Es tu madre”, “No será para tanto”, “Perdona y olvida”.

Esto aumenta tu sensación de soledad y muchas veces te lleva a dudar de ti misma.
Pero el silencio no sana. El silencio enferma.

Buscar una red que te comprenda es parte de sanar

Sanar requiere ser vista, escuchada, sostenida.
Busca espacios donde puedas hablar sin ser juzgada, donde otras personas comprendan lo que has vivido.
Tu historia merece ser contada con respeto. Y tú mereces sanar acompañada. 

¿Y ahora qué?

Sanar la herida de una madre narcisista no es fácil.
Implica atravesar el duelo de una madre idealizada, reconocer lo que dolió, poner límites, soltar culpas y construir una identidad desde el amor propio.

Pero es posible.
Yo lo he hecho.
Y lo he visto en muchas mujeres que un día dijeron: “Basta de cargar con este dolor, quiero vivir diferente.”

Empieza por algo pequeño: escribir lo que sentiste, hablar con alguien que entienda, leer un libro, unirte a una comunidad…
Cada paso cuenta.
Y si necesitas ayuda, aquí estoy. Porque sé lo difícil que es empezar sola.

TE DEJO LA GUÍA CON LAS MÁS DE 20 SECUELAS QUE NOS QUEDAN AL CRECER CON ESTAS MADRES.

GUIA SECUELAS MADRE NARCISISTA
SOBREVIVIR MADRE NARCISISTA
Otros artículos que te pueden interesar

Madres que no Saben Querer: heridas y cómo sanarlas
Madres que no Saben Querer: heridas y cómo sanarlas

“Madres que no saben querer.”Esta frase, tan simple y tan dura, es una de las búsquedas más frecuentes en Google. Y no es casualidad. Miles de personas escriben esas palabras con el corazón hecho trizas, buscando entender lo que han vivido —o lo que siguen viviendo—...

leer más
Test sobre Narcisismo

¿Cómo Saber si Soy Madre Sobreprotectora? ¡Haz el Test!
¿Cómo Saber si Soy Madre Sobreprotectora? ¡Haz el Test!

Ser madre implica cuidar, amar y proteger a tus hijos. Sin embargo, cuando el deseo de proteger se vuelve excesivo, puede frenar el desarrollo y la independencia de tus hijos. La sobreprotección, aunque nace del amor y el temor, puede tener efectos negativos en su...

leer más
Descubre si Tu Padre es un Padre Ausente con Este Test
Descubre si Tu Padre es un Padre Ausente con Este Test

Un padre ausente no solo es aquel que está físicamente distante, sino también quien, aún presente, no se involucra emocionalmente en la vida de sus hijos. Esta ausencia puede manifestarse en la falta de apoyo, comunicación, participación en momentos importantes o...

leer más
Test para saber si Sufres Abuso Narcisista
Test para saber si Sufres Abuso Narcisista

¿Cómo saber si has Sufrido o Sufres Abuso Narcisista? Convivir con una persona narcisista, puede ser agotador. A menudo padecer abuso por parte de una persona narcisista conduce al Síndrome de la Víctima Narcisista, que se da tras una exposición prolongada al...

leer más

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies